jueves, 22 de diciembre de 2011

Canciones tristes (cantadas como si fueran alegres) 8 *

CTCCSFA 8

Oficina de una dependencia policial. Un grupo de actores ordenan los objetos de la escenografía siguiendo las indicaciones del comisario.

Comisario: Un escritorio y un sillón van a estar bien.

Pausa.

Comisario: Entren las dos sillas. Esas están demasiado nuevas. Bueno, no importa. Ya no hay tiempo de cambiarlas.

Pausa.

Comisario: Hagamos una cosa... Rómpanle un poco el tapizado. Así, sí. ¿Y la palangana? ¡Al rincón!

Pausa.

Comisario: ¡Sonidista! ¡La gota!

Se escucha el ruido de una gota que cae sobre una superficie metálica.

Comisario: ¿No falta algo? ¡El ventilador! ¡Muévanse!

Pausa.

Comisario: Y enciéndanlo por favor... Así.

Pausa.

Comisario: Soy el Comisario. El actor que hace del comisario. Me siento en mi escritorio y me muestro del modo más desganado del que soy capaz. Transpiro.

El comisario moja sus dedos en un vaso de agua y se humedece la frente.

Comisario: Transpiro mucho. Me saco la gorra. La apoyo sobre el escritorio. Y me escarbo los dientes. Eso va a estar bien: me escarbo los dientes con un boleto de tren. Comienza la acción.

¡Ordoñez!

Entra un policía.

Ordóñez: Señor...

Comisario: ¿Cuándo arreglan esta mierda, Ordóñez?

Ordóñez: ¿La filtración del techo, señor?

Comisario: No, el ventilador.

Ordóñez: Ah... Ya hablé con el encargado del área de mantenimiento y me comunicó que el inconveniente sería reparado a la brevedad.

Comisario: ¿Qué esperan? ¿El invierno?

Ordóñez: ¡El invierno! Usted es tan ocurrente, señor.

Comisario: Deje de reírse como un pelotudo y fíjese si puede hacer algo.

Ordóñez: Pero... Yo carezco de los conocimientos necesarios, señor.

Comisario: Concha de su madre, Ordóñez. ¡Fijesé! Debe ser el enchufe, o el cable. Un contacto...

Ordóñez: Lo intento, señor. Ya mismo le...

Chispazos. Ruido de descarga. Ordóñez es despedido un metro hacia atrás. El ventilador se detiene. Ordóñez queda tendido en el piso con el rostro pálido.

Comisario: Ahora sí que la cagó. Ordóñez y la reputísima madre que lo recontra mil parió.

Ordóñez: Le presento mis excusas, señor. Yo le advertí acerca de la ausencia de pericia en tal área.

Comisario: Hable en castellano, boludo. Un hombre de la fuerza debe saber de todo. Y debe tolerarlo todo. No puede ser que un par de voltios lo tiren a la mierda.

Ordóñez: Le reitero mis excusas, señor.

Comisario: Mis excusas la poronga. ¿Qué hago ahora? ¿Me cago de calor?

Ordóñez: Si usted lo desea, yo...

Comisario: Con el brazo que le queda, Ordóñez procede a abanicar a su superior, es decir a mí, valiéndose de una carpeta.

¿Qué hace, pelotudo? Venga más cerca. Así no me llega nada.

Golpes en la puerta.

Comisario: ¿Quién es?

Se abre la puerta lentamente. Sotelo asoma su sucia cabeza.

Sotelo: Permiso.

Comisario: Ah... El boludo que me faltaba.

Sotelo: Vuelvo más tarde si quiere.

Comisario: No... Ahora, después... Usted siempre va a ser un boludo, Sotelo. Pase.

Pausa.

Comisario: Qué olor. ¿Qué se puso? ¿El perfume de la patrona?

Sotelo: Una colonia... Algo fresco.

Comisario: Con bañarse alcanzaba, ¿eh?

Ordóñez: "Con bañarse alcanzaba"... Qué chispa tiene...

Comisario: Usted siga haciendo lo suyo. Cuando se cansa cambia de brazo... Ah, no puede.

A mí me toca un policía lisiado. Soy el rey de los boludos.

Ordóñez: Lisiado no señor: con capacidades diferentes.

Comisario: ¿Qué capacidades diferentes? Le falta un brazo, hombre. ¿No le avisaron?

Sotelo arrastra una de las sillas y se sienta.

¿Y a usted quién mierda le dijo que se sentara?

Sotelo: Usted... Yo lo escuché...

Comisario: Siéntese de una vez, viejo boludo.

Silencio prolongado.

Comisario: ¿Y? No tengo todo el día. ¿Me trajo algo lindo?

Sotelo: Confirmado, señor: esos dos están en algo.

Comisario: Bue... Acabáramos. Cuénteme. Deme detalles.

Sotelo: No... Mucho más que eso no sé.

Comisario: ¿Cómo no sabe? ¿No ve? ¿No escucha?

Pausa.

Comisario: ¡Y usted siga! Hace como 50 grados, ¿no se dio cuenta?

Pausa.

Comisario: Dígame algo... ¿Qué hacen?

Sotelo: Cantan, señor.

Silencio prolongado.

Comisario: ¿Usted me hace abandonar todas mis obligaciones para contarme que dos infelices se juntan a cantar? ¿Usted tiene idea del momento que estamos viviendo, Sotelo? ¿Usted sabe que estamos a punto de ser atacados por una banda de extremistas que odian a la familia, a la patria, a la religión? ¿Quiere que lo meta preso por boludo, Sotelo?

Sotelo: Pero yo estoy seguro de que están en algo.

Comisario: ¡Tráigame pruebas, carajo! ¿Tienen fierros? ¿Están encuadrados? ¿Hacen bombas?

Sotelo: No sé. Pero puede ser...

Comisario: ¿Pudo confirmar la identidad del sospechoso?

Sotelo: Sí. Es él.

Comisario: ¿Y cómo supo? ¿Le revisó los papeles?

Sotelo: No. Lo llamé por el nombre y se puso pálido. Así que es él.

Comisario: Muy bien. ¿Por qué no le dijo que lo teníamos marcado también? Lo mejor que nos podría pasar es que usted se pase del bando de ellos, Sotelo. Usted es el buchón más pelotudo que conocí en toda mi carrera.

Pausa.

Comisario: Confírmeme si están en algo o no vuelva más, ¿me escuchó?

Sotelo: Están en algo. Seguro.

Comisario: En algo que no sea cantar, Sotelo. ¿Quiere hacer algo útil? Tome esta carpeta.

Sotelo: Claro, señor.

Comisario: Tome.

Sotelo: ¿Información sobre Bolaños?

Comisario: Qué información ni ocho cuartos... Usted se para de este otro lado y me hace un poco de aire. Hágale la gamba a Ordóñez que está muy cansado. Ni para esto me sirve.

Sotelo toma la carpeta, se para a mi lado y me abanica. Oscuridad.

Oscuridad.


-Continuará-

* Canciones… obtuvo la Primera Mención en el Concurso de obras inéditas de Teatro 2008 del Fondo Nacional de las Artes. Y busca Director.

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