lunes, 23 de agosto de 2010

Primero, me dieron 90 días para cambiar de proveedor de banda ancha. Pero a mí no me importó...




1.


Hola, habla un operario de Fiber-tale. Lo llamo porque necesito pasar por su casa a buscar el módem que...

Esto es una grabación. En instantes, uno de los integrantes de esta familia va a atenderlo... Turu... turú.. turú...

Taqueloparió.


2.


Es terrible lo que está pasando, Licenciado. ¿Hasta dónde quieren llegar?

Yo tengo miedo, Licenciado.

No es para menos: esto es como el nazismo. Es como el holocausto, Licenciado.

¿Usted dice que eso fue cierto?

Claro, Licenciado. Lo vi en History Channel. Fue terrible... Hitler fue como un Chávez.


3.


Hola, habla un operario de Fiber-tale. Lo llamo porque necesito pasar por su casa a buscar el módem que...

Se comunicó con la casa de un usuario. Si quiere saludar por algún cumpleaños, marque el 1. Si quiere saber qué programa de TV estamos viendo, marque el 2. Si quiere estafarnos con algún tiempo compartido, marque el 3. Si quiere decirnos que ganamos un concurso ridículo, marque el 4. Y si no, aguarde hasta que se nos dé la real gana de atenderlo. Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip.



4.


¿Y los usuarios, Licenciado? ¿Alguien piensa en ellos?

Nadie, Licenciado. Salvo Sino Polanas, claro. Pero nadie más.

Imagínese a todas esas personas vagando por la autopista informática sin un proveedor de banda ancha. Imagíneselos sin saber si van a poder volver a entrar a Perfil para comentar que entre los integrantes de Carta Abierta hay muchos con apellidos judíos, sin poder comprar una funda para la funda de la funda de su Ipod en Ofertasirrisorias.com, sin poder bajarse música ilegalmente, sin poder chatear, ni twitear, ni mandar abracitos de oso cariñoso en Facebook...

Es un horror. ¿No le digo? Falta que suban en trenes a los usuarios Fiber-tales, y los lleven a campos de desconexión con una "F" pinchada en su pijama gris. Porque eso puede pasar en cualquier momento. ¡En cualquier momento!


5.


Hola, habla un operario de Fiber-tales. Lo llamo porque necesito pasar por su casa a buscar el módem que dejamos hace dos meses y que...

Ah, de acuerdo, pero el contrato que firmé me obliga a tener ese módem por un año, ¿se acuerda? Así que vuelva a llamar en 10 meses, ¿sí? CLAC.

Shit.


6.


Esto es una escalada, Licenciado. Todo empezó con eso del fútbol...

Qué horror, Licenciado, Qué-ho-rror.

¿Sabe la plata qué le sale eso al Estado, Licenciado?

Ni me lo diga, Licenciado. Más de 600 millones de pesos.

¿Sabe la cantidad de sueldos de Obispos que podríamos pagar con esa plata, Licenciado?

Ni que lo diga, Licenciado. Ni que lo diga. Lo que pasa es que estos quieren que desaparezca la familia...

Que desaparezcan TN y la familia. Ni que lo diga.


7.


Hola, habla un operario de Fiber-tales. Lo llamo porque necesito pasar por su casa a buscar el módem que...

Ah, es muy simple: tiene que mandar un fax entre el 10 y el 15 del mes...

Pero hoy es 22.

Qué pena, va a tener que esperar hasta el mes que viene.

Pero...

Me manda el fax y vemos. Tiene que llegar De 10 a 10 y cuarto, un día par que no llueva. Y de ser posible en colores, ¿OK?

Bueno... No sé... Me pasa un número de fax por favor.

No, para eso tendría que haber llamado más temprano, el que se acuerda el número de fax es mi nieto. Y salió. Se fue al cyber.

¿Cuándo vuelve?

No sé, no vive acá. Adiós. CLAC.


8.


¿Quién les dijo a estos que pedir seguridad jurídica era ponerse a revisar si teníamos licencia para brindar los servicios que brindábamos?

Lo que pasa es que estos hijos de 8 mil vagones cargados de putas están muy crispados.

Así no se puede, Licenciado, uno quiere dialogar con estos montoneros corruptos mentirosos y ellos se niegan, no entiendo. Le juro que no entiendo.

¡Acá hace falta diálogo, Licenciado! ¡Con-sen-so!

Cuando los rajemos a patadas a esos guachos ya va a ver, Licenciado. Vamos a tener un consenso de la reconcha de su madre. Ya va a ver.


9.


Hola, habla un operario de Fiber-tales. Lo llamo porque necesito pasar por su casa a buscar el módem que dejamos alguna vez en su casa. ¿Puede ser?

Claro, pase mañana.

¡Perfecto! ¡Qué alegría! ¿A qué hora le parece?

Mire, voy a estar en mi casa en algún momento entre las 8 de la mañana y las 10 de la noche. Usted viene y se para en la puerta. Dentro de esas 14 horas, le aseguro que voy.

...

Hola, hola... Pobre hombre, parecía cansado.




martes, 17 de agosto de 2010

Y afuera hace frío

mcd ruso

CAMARADA 1: Usted confía en mi inocencia, ¿verdad?

CAMARADA 2: Por supuesto, Damianenko.

CAMARADA 1: ¿Y si le digo que me encontraba en el teatro, el día que lo mataron?

CAMARADA 2: Ese día había mucha gente. Además, yo sé lo que usted sentía por Belanov. Lo hablamos muchas veces.

CAMARADA 1: Temo que eso me juegue en contra, ¿sabe? Que alguien pretenda involucrarme.

CAMARADA 2: No entiendo. ¿Por qué habrían de hacerlo?

CAMARADA 1: Porque yo era de su confianza, tenía acceso a él.

CAMARADA 2: Usted no era el único. ¿Cuánta gente giraba alrededor de un personaje como Belanov? ¡Muchísimos!

CAMARADA 1: Sin embargo, el día del entierro sentí que me miraban con desconfianza...

CAMARADA 2: Vamos, Damianenko: la estima que Belanov tenía por usted era algo público. Él siempre hablaba de eso. Sobre todo a partir de que usted redactó ese famoso documento.

CAMARADA 1: ¿Cuál?

CAMARADA 2: Aquel en el que invitaba a la agrupación a condenar la postura "Movimientista" de Dasaev.

CAMARADA 1: ¿Usted lo recuerda?

CAMARADA 2: Claro. Yo había redactado el documento que leyó Dasaev.

CAMARADA 1: Oh. No lo sabía. Lo lamento.

CAMARADA 2: Una diferencia que se ha olvidado. De lo contrario yo no estaría hoy aquí, en su casa, bebiendo.

CAMARADA 1: Cierto. Y me alegro de que usted confíe en mí, Salenko. ¿Nada lo haría cambiar a usted de opinión, entonces?

CAMARADA 2: En absoluto.

CAMARADA 1: ¿Ni siquiera saber que el día que dispararon contra Belanov, yo, su más estrecho colaborador, estaba allí, muy cerca y con un arma?

CAMARADA 2: ¿Un arma?

CAMARADA 1: Pero no era el único. ¿Sabe cuánta gente portaba armas esa noche? ¡Muchísimos!

CAMARADA 2: Cuénteme los hechos. Desde el principio, Damianenko.

CAMARADA 1: Correcto. Ingresé a la Juventud Leninista a los 8 años...

CAMARADA 2: No, no... Cuénteme todo lo que pasó el día que mataron a Belanov.

CAMARADA 1: Bien. Llegué al teatro a las 18:22. Me dirigí a la zona de camarines. Ingresé en el de Belanov a las 18:25. Él estaba allí repasando el discurso que yo había terminado de redactar la noche anterior. Digamos, a las 23:49... Belanov estaba molesto. Decía que en el discurso había errores. A las 18:38 tuvimos un intercambio de palabras…

CAMARADA 2: ¿Usted le gritó?

CAMARADA 1: Quise hacerlo pero no pude: él me estaba tomando del cuello con mucha fuerza.

CAMARADA 2: Dios mío.

CAMARADA 1: ¿Usted cree en Dios, Salenko?

CAMARADA 2: Creer, creer... Digamos que le pongo un nombre tradicional al cuerpo energético generador de materia...

CAMARADA 1: ¿Y desde cuándo usted cree que la materia es generada por un cuerpo energético?

CAMARADA 2: Vivimos tiempos de apertura, Damianenko.

CAMARADA 1: Ya lo veo...

CAMARADA 2: ¿Está siendo irónico?

CAMARADA 1: Usted júzguelo.

CAMARADA 2: Pues creo que sí.

CAMARADA 1: Y eso... ¿le molesta?

CAMARADA 2: ¡Muchísimo!

CAMARADA 1: Lo lamento.

CAMARADA 2: Lo "lamenta". Después me dice a mí.

CAMARADA 1: ¿Qué le digo?

CAMARADA 2: ¿Desde cuándo usted echa mano a esa fórmula del sentimentalismo burgués?

CAMARADA 1: ¿Usted se refiere a "lo lamento"?

CAMARADA 2: Exactamente.

CAMARADA 1: Son tiempos de apertura, Salenko.

CAMARADA 2: Ya lo veo.

CAMARADA 1: Discúlpeme. Si le parece bien, cuando terminemos con esta charla me abocaré a la redacción de una profunda autocrítica.

CAMARADA 2: Sería lo correcto.

CAMARADA 1: ¿Le sigo contando entonces?

CAMARADA 2: No recuerdo de qué estábamos hablando.

CAMARADA 1: Del crimen de Belanov.

CAMARADA 2: Cierto. El estaba...

CAMARADA 1: ...en el camarín.

CAMARADA 2: Y usted había ido...

CAMARADA 1: ...para repasar nuestro discurso.

CAMARADA 2: Recuerdo. Y él se mostró algo...

CAMARADA 1: ...molesto.

CAMARADA 2: ¿Dijo usted que lo estaba tomando del cuello?

CAMARADA 1: Lo dije, sí.

CAMARADA 2: Y permítame que le pregunte una cosa, Damianenko... ¿Hubo testigos de esa discusión entre usted y Belanov?

CAMARADA 1: Belanov, yo, los agentes de seguridad que vinieron a rescatarme... Nadie más.

CAMARADA 2: ¿Agentes de seguridad?

CAMARADA 1: Sí. Uno… O un par… De decenas.

CAMARADA 2: Esto se complica.

CAMARADA 1: ¿Lo ve? Su confianza en mí se está resquebrajando.

CAMARADA 2: No es eso.

CAMARADA 1: ¿Y entonces?

CAMARADA 2: Es que de nada sirve que yo le crea, si la mayoría de la población tiene tantos elementos para considerarlo culpable.

CAMARADA 1: No puedo creer lo que oigo, Salenko.

CAMARADA 2: ¿Qué es lo que no puede creer?

CAMARADA 1: Que apele a las concepciones ilusorias de las mayorías para dudar de mi inocencia.

CAMARADA 2: Usted me está malinterpretando.

CAMARADA 1: Sus desviaciones democratistas siempre estuvieron latentes en sus discursos.

CAMARADA 2: ¿Mis discursos?

CAMARADA 1: Bueno, los que usted le escribía a Dasaev.

CAMARADA 2: Esa es una acusación muy seria, Damianenko. ¿Acaso me considera un teórico embarcado en prácticas seguidistas?

CAMARADA 1: La verdad, no quería creerlo cuando me lo decían.

CAMARADA 2: ¿Quién se lo decía? ¿Quien le hablaba mal de mí?

CAMARADA 1: Belanov.

CAMARADA 2: ¿Belanov?

CAMARADA 1: Siempre discutíamos por su culpa. Belanov no podía entender que yo cultivara una amistad con un trotskista.

CAMARADA 2: Ese miserable...

CAMARADA 1: Tiene usted razón: ese Trotsky...

CAMARADA 2: No me refiero a él.

CAMARADA 1: ¿Está usted defendiendo a Trotsky? Cuánta razón tenía el pobre Belanov.

CAMARADA 2: A él me refería cuando decía que era un miserable: a Belanov.

CAMARADA 1: Usted lo odiaba.

CAMARADA 2: Bueno...

CAMARADA 1: Lo odiaba, ¿verdad?

CAMARADA 2: No puedo mentirle. Usted es mi amigo: la verdad es que siempre odié a Belanov, su repugnante centralismo y su meneada guerra de posiciones. Maldito desgraciado.

CAMARADA 1: Salenko.

CAMARADA 2: ¿Qué?

CAMARADA 1: ¿Dónde estaba usted la noche que lo mataron?

CAMARADA 2: ¿Perdón?

CAMARADA 1: Lo que oye: no se haga el alienado.

CAMARADA 2: Estaba… en una reunión.

CAMARADA 1: Una reunión. ¿Tiene testigos?

CAMARADA 2: Muchísimos.

CAMARADA 1: Quiero nombres.

CAMARADA 2: No puedo dárselos. Era una reunión confidencial.

CAMARADA 1: Qué interesante. Mientras asesinaban a nuestro líder, la facción rupturista estaba conspirando en vaya a saber uno qué sucia catacumba socialdemócrata.

CAMARADA 2: Eso no nos convierte en asesinos.

CAMARADA 1: Eso va a determinarlo la agrupación.

CAMARADA 2: Vamos, Damianenko, usted confía en mi inocencia, ¿verdad?

CAMARADA 1: Deme una buena razón para hacerlo.

CAMARADA 2: Después de todo, el que había peleado con Belanov horas antes de que lo mataran y además llevaba un arma era usted...

CAMARADA 1: No me venga con sofismas, Salenko. En el momento en que Belanov muere, ustedes estaban planeando su asesinato. Y el orden de los factores no altera el producto.

CAMARADA 2: Sí lo altera. Si alguien se nos adelantó, el culpable es él no nosotros.

CAMARADA 1: Pero ustedes pensaban matarlo.

CAMARADA 2: Usted dice bien: "pensábamos". Eso no nos convierte en asesinos.

CAMARADA 1: Tal vez. Pero sí los convierte en autores intelectuales.

CAMARADA 2: No, porque ni siquiera conocemos al autor material.

CAMARADA 1: Su anticuada visión escindida de las esferas intelectual y material no le será de ayuda ante el tribunal. Son otros tiempos, Salenko. Queda usted detenido.

CAMARADA 2: ¿Y desde cuándo es usted policía?

CAMARADA 1: Belanov me nombró Jefe de Policía. Fue su última voluntad.

CAMARADA 2: ¿Usted escuchó las últimas palabras de Belanov?

CAMARADA 1: Técnicamente, no. Pero yo las escribí.

CAMARADA 2: ¿Cuándo?

CAMARADA 1: Antes de que muriera, por supuesto. ¿Por quién me ha tomado?

CAMARADA 2: Y va a llevarme detenido entonces.

CAMARADA 1: Ni lo dude. Estas cosas no se pueden dejar impunes. Hoy asesinan a un líder político y mañana quién sabe. Piden el voto secreto en el Congreso.

CAMARADA 2: ¿La acusación es seria?

CAMARADA 1: Yo mismo la redacté: aquí está.

CAMARADA 2: ¿Y qué va a pasarme?

CAMARADA 1: Depende.

CAMARADA 2: ¿De qué?

CAMARADA 1: De su colaboración.

CAMARADA 2: Lo escucho.

CAMARADA 1: Hipótesis uno: usted niega todos los cargos, la Agrupación lo somete a juicio, mi acusación es tomada como prueba irrefutable, por lo tanto: es condenado a la silla eléctrica.

CAMARADA 2: Entiendo. ¿La hipótesis dos?

CAMARADA 1: Usted acepta los cargos, la Agrupación agradece su confesión, yo soy felicitado por el nuevo Secretario...

CAMARADA 2: ¿Y yo?

CAMARADA 1: Es condenado a la silla eléctrica.

CAMARADA 2: No alcanzo a comprender la diferencia entre una y otra hipótesis.

CAMARADA 1: No me sorprende: propio de un representante del más vil espontaneísmo. La diferencia es que, en el primer caso, yo no soy felicitado por el Nuevo Secretario.

CAMARADA 2: ¿Por mi culpa?

CAMARADA 1: Ni más ni menos, Salenko.

CAMARADA 2: Lo lamento. No es mi intención.

CAMARADA 1: Entonces, ¿va a firmar la confesión?

CAMARADA 2: Primero debería redactarla.

CAMARADA 1: No hace falta: yo lo hice por usted.

CAMARADA 2: Debería firmarla entonces.

CAMARADA 1: Adelante.

CAMARADA 2: Antes de firmar, quisiera hacerle una pregunta.

CAMARADA 1: Hágala, amigo.

CAMARADA 2: ¿Desde cuándo tenemos silla eléctrica?

CAMARADA 1: Ah, el progreso. El Estado se moderniza a pasos agigantados, Salenko.

CAMARADA 2: Es notable. Hasta hace algunos años no teníamos electricidad.

CAMARADA 1: Marchamos hacia una sociedad de avanzada donde la gente podrá tener más y más bienestar.

CAMARADA 2: El futuro es promisorio, ¿verdad?

CAMARADA 1: Es una lástima que usted no vaya a verlo, Salenko.

CAMARADA 2: Ya lo creo. Una lástima, sí. ¿Podría aclararme una ultima cuestión?

CAMARADA 1: Empieza a abusar de mi amabilidad.

CAMARADA 2: Por favor. La última.

CAMARADA 1: Lo escucho.

CAMARADA 2: Como viejos amigos...

CAMARADA 1: Dígame.

CAMARADA 2: ¿No hay modo de evitarlo?

CAMARADA 1: ¿Qué cosa? ¿Quiere que yo firme por usted?

CAMARADA 2: No, me refiero a la silla eléctrica.

CAMARADA 1: Bueno, tomando en cuenta el modo en que usted está colaborando con las autoridades yo podría ejercer mis influencias para que se le aplique una inyección letal.

CAMARADA 2: ¿Inyección letal?

CAMARADA 1: Lo sorprendí, ¿no es cierto?

CAMARADA 2: ¿Es que también tenemos inyección letal?

CAMARADA 1: Acabamos de adoptarla. Nuestros científicos trabajan a brazo partido, amigo. No podemos quedarnos atrás.

CAMARADA 2: Por supuesto que no...

CAMARADA 1: Le digo más: usted puede ser el primero.

CAMARADA 2: Será un honor.

CAMARADA 1: ¿Qué le parece? Uno lucha día tras día para alcanzar los ideales de nuestra Revolución y sin embargo, ¿quién sabe si llegará a ocupar un minúsculo apartado en un libro de historia? En cambio usted, Salenko, será otro de nuestros pioneros. El primer hombre en ser inoculado con una inyección letal creada por nuestra pujante industria farmacéutica.

CAMARADA 2: No piense que desestimo tamaño gesto. Pero...

CAMARADA 1: ¿Usted es de los que le temen a las inyecciones?

CAMARADA 2: No. A las cosas letales.

CAMARADA 1: Debió pensarlo antes, Salenko.

CAMARADA 2: Lo sé. Lo sé. Pero tengo hijos pequeños. Quedarán desamparados si muero…

CAMARADA 1: ¿Se cree irreemplazable? El típico pensamiento mesiánico de los líderes foquistas.

CAMARADA 2: No hay modo entonces.

CAMARADA 1: No.

CAMARADA 2: Si las cosas son de este modo, no me queda otra opción.

CAMARADA 1: ¿Qué hace?

CAMARADA 2: Es mi pastilla suicida.

CAMARADA 1: No lo haga, Salenko. Piense en sus hijos, piense en su esposa.

CAMARADA 2: No puedo pensar en todos ellos ahora. Tengo una sola.

CAMARADA 1: Morirá como un cobarde, entonces.

CAMARADA 2: ¿Tengo alternativa?

CAMARADA 1: Deme los nombres.

CAMARADA 2: ¿Qué nombres?

CAMARADA 1: Los de los otros integrantes de su agrupación izquierdista.

CAMARADA 2: ¿Estamos negociando?

CAMARADA 1: Estoy tratando de tenderle una mano en nombre de la agrupación.

CAMARADA 2: ¿Debo decidir entre mi propia vida y cargar con la muerte de mis compañeros para siempre?

CAMARADA 1: Es una buena oferta. Le ofrezco vivir.

CAMARADA 2: No lo sé. Es una decisión ética muy trascendente.

CAMARADA 1: Está bien: le ofrezco vivir y un calentador eléctrico prácticamente nuevo.

CAMARADA 2: De acuerdo. ¿Alcanza con veinticinco?

CAMARADA 1: ¿Veinticinco nombres? Excelente, Salenko. Es usted un gran camarada.

CAMARADA 2: Lo sé. Mientras escribo los nombres puede usted servirme una copa.

CAMARADA 1: Claro que sí. Esto hay que celebrarlo.

martes, 3 de agosto de 2010

Cómo sigue



El lunes 19 de julio, Ricardo Fort y la Mole Moli discutieron fuertemente. La sintaxis de ambos nos impidió saber el motivo. Tal vez un cupo limitado para musculosos unineuronales en el staff de Bailando por un Sueldo. Lo que sea, pero rindió: 30 puntos.

El lunes 26 de julio, RF se fue. ¡Oh, sorpresa! resultado: 32 puntos.

El lunes 2 de agosto, RF volvió. ¡Oh, sorpresa! Picos de 30 y pico.

¿Qué sorpresas nos depararán los próximos lunes? Para evitar que el grupo de tareas creativas de Ideas del Sub tenga un derrame cerebral en cadena, sugerimos algunas posibilidades.

Lunes 9 de agosto. Baile del caño. RF se invisibiliza en un torrente de culos.

Lunes 16. RF hace el baile del caño.

Lunes 23. RF se fuma un caño y confiesa que es heterosexual, pero que viene de un planeta muy lejano.

Lunes 30. RF sale de caño a robar chongos. Lo siguen 6 cámaras y un zoquete que tira chistes en OFF.

Lunes 6 de septiembre. RF con resaca. Para rellenar, el gato de Alfano (su mascota) se pasa con las drogas y muere de sobredosis.

Lunes 13. RF le practica una autopsia al gato de GA (a su mascota) que estuvo hasta entonces en el freezer de Reina Reech. El de Barbieri era altamente peligroso.

Lunes 20. La Mole Moli denuncia a RF por mala praxis.

Lunes 27. RF va preso. La policía irrumpe en Ideas, y luego de un momento de vértigo en el que no saben por dónde empezar, deciden detener a RF. Por la denuncia y porque cae en picada el rating de Policías en Acción.

Lunes 4 de octubre. RF espera sentencia detenido. La Mole Moli termina de comprender finalmente que sorongo quiere decir “mala praxis”. Aunque no del todo.

Lunes 11. Las masas salen a la calle a exigir la libertad de RF. Es el día de la lealtad anabólica.

Lunes 18. RF ya fue liberado pero sigue despidiéndose del pabellón de presos peligrosos.

Lunes 25. Termina la despedida. RF camina las calles nuevamente (aunque con cierta dificultad). Lo siguen 6 cámaras, un zoquete que tira chistes en OFF y cuatro homicidas que salieron escondidos en sus pectorales.

Lunes 1 de noviembre. RF es recibido con toda la pompa en el piso del Bailando. Habla de su estadía en la cárcel. Sorprende su parquedad. Apenas dice “boló” unas 226 veces.

Lunes 8. Se lanza la candidatura presidencial de RF. E inmediatamente después, el casting para elegirle vice. Es más trucho que el que hicieron para buscarle novia. Pero menos que el que hizo el FPV para buscar vice en el 2007.

Lunes 15. Marce trae de Miami al Enano que baila desnudo. Se suspende el casting de vices. Sus resultados se conocerán con los del último Gran Cuñado, los ganadores del Bailando Kids y la investigación sobre el robo de las manos de Perón.

Lunes 22. El enano que baila desnudo es suceso. Lógico, ¡Es enano! Pero además, ¡Baila desnudo! RF pasa a un doloroso segundo plano. De nada sirve que exhiba que compró las manos de Perón y las usa de hebilla en un monono cinturón de strass.

Lunes 29. RF no soporta haber sido desplazado. Se suicida en cámara. Lo hace arrojándose sobre las obras completas de Cornelius Castoriadis. Los médicos aseguran que no sufrió. Aunque sí, Cornelius Castoriadis.

Lunes 6 de diciembre. Chiche Gelblung se suma al jurado. No sin antes practicarle una autopsia en vivo (paradojal, ¿cierto?) al cuerpo de RF. ¡Sorpresa! Descubren un cartílago sin operar.

Lunes 13. El enano que baila desnudo gana el Bailando. Su soñador consigue un trasplante de médula para su madre. Las madres de los otros participantes deberán perecer, o probar suerte en el próximo Descorchando botellas de Merlot con el toor por un sueño.

Lunes 20. Último programa. Marce se despide prometiendo nuevas ideas para el 2011 y haciendo un número de tap con el enano que baila tap descalzo. ¿Quién era RF?